Cuadro del niño llorón

Bruno Amadio, un pintor que pasó sus días con más pena que gloria y al que le ha sobrevivido una leyenda negra y oscura. Su colección “Los niños llorones”, dicen que está maldita, que sus cuadros son una puerta para pactar con el diablo y que terribles desdichas recaen en todos aquellos que se atreven a colgar uno de esos óleos en las paredes de su hogar.
Se dice que estos cuadros atraen desgracias a quienes lo poseen. No obstante, ha sido el cuadro de mayor difusión de este artista, siendo muy solicitadas sus reproducciones en países como España o Inglaterra.
Frustrado por su nula fama como artista, Amadio hizo un pacto con el diablo para que sus pinturas tuvieran éxito en la sociedad. A partir de entonces realizó cuadros en los que aparecen niños llorando.
Todos estos cuadros tienen una oscura leyenda que acompaña a estas obras ya reconocidas por todos como las de"el pintor maldito", y es que, no se sabe como, empezó a circular el rumor de que los niños representados en los cuadros eran residentes de un orfanato y que todos ellos murieron abrazados en un incendio
Lo cierto es que algunas casas donde se exhibían estos cuadros se incendiaron, quedando, para asombro de bomberos y propietarios, los cuadros intactos entre los restos calcinados…
La cuestión es que, de la noche a la mañana, sus cuadros se hicieron muy populares y a mediados de siglo eran un tesoro preciado del que se hacían cientos de reproducciones todos los años.
A más de uno les sonarán las caras de estos niños pues más de una de nuestras abuelas seguro que lució una de estas copias en el salón.
Cuentan, que en determinadas fechas, si uno se ponía delante del niño llorón podía pactar con el diablo, y éste te podía mirar directamente a los ojos a través de los enrojecidas y llorosa mirada del niño.Hoy en día todavía quedan muchos de sus cuadros en circulación, y todavía son muchos los que aseguran que en sus hogares suceden hechos extraños
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